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En México, una crisis bancaria paraliza al gobierno
Por Gerardo Nebbia
24 Noviembre 1998
La detención del banquero Carlos Cabal en Melbourne,
Australia, el 11 de noviembre, es un ejemplo de la crisis política
actual en México. A Cabal se lo acusa de haber robado 700
millones de dólares de dos de sus bancos durante el gobierno
de Carlos Salinas. Se fue de México en septiembre, 1994,
en momentos en que el gobierno confiscaba su Grupo Financiero
Unión-Cremi, dueño de Banco Unión y Banca
Cremi. Cabal era amigo de Carlos Salinas y había contribuido
millones a la campaña del actual presidente, Ernesto Zedillo.
Por cuatro años pudo evadir a las autoridades con la
ayuda de sus amigos en el gobierno. Durante ese periodo vivió
en los Estados Unidos, España, Francia, Italia y la República
Dominicana. Durante todo ese tiempo pudo manejar su gran fortuna
con impunidad.
A Cabal y a unos pocos billonarios corruptos se les culpa del
escándalo bancario que sacude a México. El gobierno
propone que el estado se haga responsable por una deuda bancaria
de 55 mil millones de dólares.
Se trata de una agencia del estado, FOBAPROA (Fondo Bancario
Para la Protección del Ahorro). Fue creada para sacarle
de encima a los bancos préstamos vencidos. En verdad fue
un subsidio enorme para los ricos con buenas conexiones del país.
El gobierno propone que se acabe con FOBAPROA y que el estado
se haga cargo de las deudas. Eso libraría a los bancos
por completo de los malos préstamos. Pagar estas deudas,
con intereses, va a requerir el 8% del Producto Bruto Interno
(PIB) de México durante un mínimo de 10 años.
Para pagar la deuda Zedillo proyecta aumentar el Impuesto al
Valor Adicional (IVA), y reducir programas sociales. El gobierno
tiene un compromiso con el Fondo Monetario Internacional y con
el Departamento del Tesoro estadounidense de no tener deficits
de presupuesto superiores al 1.25 porciento del PIB. Que el rescate
bancario reemplaze el gasto social y aumente los impuestos que
la clase media paga significa que en vez de subisidiar a 42 millones
de pobres mexicanos, se subsidiará a 18 banqueros y a 25
billonarios.
El escándalo de FOBAPROA está ligado a la política
de liberación económica. En los últimos 18
años, el gobierno mexicano desmanteló metódicamente
las estructuras económicas que aislaban a la economía
nacional del mercado mundial. Aunque estas medidas de substitución
de importaciones nunca fueron una panacea para las masas pobres
de México, el reemplazarlas con la política del
neo-liberalismo económico condena a millones a la malnutrición
y a la pobreza.
Se calcula que el 66 porciento de los 90 millones de mexicanos
están en peores condiciones que en 1986. Cuarenta y siete
porciento vive en una pobreza extrema. Existe hambre en las zonas
rurales, donde el 79 porciento vive en extrema pobreza. Por el
otro lado, la venta de las industrias nacionales abrió
una bonanza financiera para unos pocos multimillonarios.
El translado de las industrias nacionales a capitalistas particulares
toma la forma de una expropiación sin compensación
de las riquezas nacionales hacia una corrupta mafia financiera.
La historia de Cabal es típica de muchos de los que
se aprovecharon de la privatización de la banca en 1991,
bajo el gobierno de Salinas. Hijo de dueño de una cadena
de supermercados, compró a Banco Unión y a Banca
Cremi. También compró a la compañía
Del Monte Fresh Produce, basada en la Florida, por 574 millones
de dólares en 1993. Es la mayor de todas sus empresas.
Sin embargo, en septiembre,1994, el gobierno, bajo presión
de la oposición política depués del crack
económico mexicano, trató de arrestar a Cabal justo
cuando iba a comprar la gigantesca Del Monte Food Corporation,
basada en San Francisco, por mil millones de dólares.
Se lo acusaba de haber obtenido préstamos de 700 millones
de dólares de sus bancos para sus empresas -- para sí
mismo, en realidad -- lo que causó la bancarrota del Grupo
Financiero Unión-Cremi. Esa cantidad resultó ser
sólo un pelo del gato. Se cree que además hubo 250
préstamos "fantasmas" de los bancos de Cabal,
con un promedio de 5 millones de dólares. FOBRAPROA acabó
absorbiendo 4.5 mil millones de dólares de préstamos
vencidos de los bancos de Cabal.
El objetivo del plan de Zedillo es que los trabajadores mexicanos,
los campesinos y la clase media urbana paguen los préstamos
de Cabal y de los otros que compraron las empresas del estado.
El pueblo mexicano se quedará sin las industrias y sin
el dinero que resultó de esta venta.
El escándalo de FOBAPROA es ahora la mayor preocupación
política que ha afectado al partido gobernante, Partido
Revolucionario Institucional (PRI). Sus 70 años de afiansarse
al poder llegan a su fin. El arresto de Cabal amenaza revelar
la complicidad de ese partido con la transferencia ilegal de riquezas
ha unos pocos billonarios
Aunque el PRI sigue siendo el principal partido en el Congreso
mexicano, necesita los votos de uno de los dos otros principales
partidos para que se apruebe el rescate. Tanto el partido derechista-católico
PAN (Partido de Acción Nacional) como el de la izquierda-populista
PRD (Partido de la Revolución Democrática) ha denunciado
el intento de cargarle al pueblo préstamos fraudulentos
que ya no se pueden pagar.
El PRD publicó una lista parcial de los que se beneficiaron
con el dinero. La lista indica que muchos de los préstamos
habían sido destinados a amigos multimillonarios del gobierno;
que hubo contribuciones escondidas al PRI; y que mucho de ese
dinero salió de México. El PRD ha rehusado a participar
en negociaciones con el PRI sobre el plan. El alcalde de la Ciudad
de México, Cuauhtemoc Cárdenas, quien cuenta con
ser el candidato del PRD y ganar las elecciones presidenciales
del año 2000, dice que ninguno de los oficiales que él
haya nombrado ha roto la ley.
El PAN se encuentra dividido sobre la cuestión. Un sector
demanda que el gobierno entable un juicio político contra
dos de los gerentes del Banco Central de Mexico, Guillermo Ortiz
y Pedro Zamora. También demanda transparencia total y sanciones
contra todos los que cometieron fraude. Otra sección del
PAN, bajo presión de los bancos mismos, está más
dispuesta a aceptar el plan del PRI. Dirigentes del PAN temen
que una asociación estrecha con el PRI resulte en un desastre
electoral.
El PRI también está dividido. Un grupo "reforma"
demanda el repudio de las medidas neo-liberales y el retorno a
la política económica del pasado. Todo esto ha creado
una parálisis política. Iniciamente, se esperaba
aprobar un plan de rescate el 15 de noviembre, 1998. Ahora no
se espera resolución hasta enero 1999.
Las posturas del PAN y del PRD implican que el problema es
mayormente de corrupción y no de orientación política.
Cuando se revelan los detalles del escándalo, es obvio
que se hicieron acuerdos a escondidas del Congreso, desobedeciendo
la Constitución. Pero éste no es sólo un
fenómeno mexicano. La manera en que se desarman las economías
nacionales protejidas por el estado incluye entregar gran parte
de la riqueza nacional a grupos mafiosos. Esa ha sido la experiencia
en Latinoamérica, Asia, China y la antigua Unión
Soviética.
En cada uno de esos casos, elites corruptas se apoderan de
la riqueza nacional y la ponen a la disposición del capital
financiero. El mismo Guillermo Ortiz, por ejemplo, es un preferido
de Wall Street. Ha sido muy alabado por el Secretario del Tesiri,
Rubin. Sus consejos son solicitados por los países del
sudeste de Asia. Tanto Cabal como el ex-presidente mexicano, Salinas,
ha sido muy apreciado por el capital internacional; Salinas ahora
se encuentra exilado en Dublin y La Habana. Si vuelve a México,
será arrestado.
FOBAPROA fue un fondo creado por el gobierno en 1990, bajo
la Ley de Instituciones de Crédito. En 1995, la Secretaría
de Hacienda mexicana y el Banco Central usaron a FOBAPROA para
absorber la cartera vencida de bancos y empresas. Ese fue uno
de los mecanismos para resolver la crisis de 1994, cuando se inicia
la depresión que todavía afecta a México.
FOBAPROA debía inyectar liquidez al anémico sector
financiero.
Como respuesta al colapso de los TESOBONOS mexicanos en 1994
y a la fuga de 30 mil millones de dólares a bancos estadounidenses
y de otros países, FOBAPROA entregó 552 mil millones
de pesos para garantizar los préstamos de los bancos. Al
tipo de cambio de ese entonces (6 pesos/dólar), eso equivalía
a 90 mil millones de dólares.
Los bancos estaban obligados a ? garantías para los
fondos que recibieran de FOBAPROA con acciones, bonos del estado
o con otros medios que el gobierno aprobara. Sin embargo, el dinero
fue dado a individuos sin las garantías requeridas, a escondidas
de un dócil Congreso mexicano.
Algunos de los préstamos que FOBAPROA asumió
estan ligados a la compra de la telefónica del estado,
sistemas de distribución de gas, plantas siderúrgicas
y petroquímicas, caminos, ferrocarriles, puertos, aerolíneas,
emisoras de televisión y sistemas de satélites.
Parece que en algunos casos el dinero que se usó para comprar
bancos fue obtenido de los bancos mísmos, una verdadera
fullería millonaria.
El mes pasado otro elemento se añadió a la crisis.
La Corte Suprema mexicana le dió el derecho a los bancos
a cobrar intereses sobre intereses vencidos; es decir, cuando
los deudores no puedan pagar a tiempo. En verdad, los bancos capitalizarían
los intereses. Por un voto de 8 a 3, la Corte Suprema acabó
con una prohibición de 100 años. Esa decisión
afecta a 6 millones de pequeños deudores.
La medida produjo protestas de la clase media. El Barzón,
asociación de deudores ligada al PRD, ha organizado tomas
de alcaldías y manifestaciones ante la Suprema Corte.
Las autoridades mexicanas han permitido que los intereses suban.
La tasa real de interés se aproxima al 20 porciento, cosa
que afecta a los dueños de tarjetas de crédito y
a muchas industrias. Los intereses altos contribuyen a la quiebra
de la agricultura y a la parálisis de las hipotecas. Al
mismo tiempo, se devalúa gradualmente el peso, lo cual
a diario hace aumentar el precio de los alimentos y de las importaciones.
Se rescata a la banca mediante la quiebra de la economía
real.
O sea que, además de los préstamos vencidos a
manos de FOBAPROA, hay muchos otros nuevos a manos de los bancos.
En algunos de los bancos, casi el 20 porciento de los préstamos
están atrasados. Una de las opciones del rescate de FOBAPROA
es que se permuten viejos préstamos grandes por nuevos
préstamos chicos. La esperanza es que se pueda cobrar una
mayor proporción de la cartera vencida de los préstamos
chicos. El pronóstico más optimista es que 60 porciento
de los 55 mil millones de dólares se pueda recuperar.
Un reciente informe del Federal Resereve Board de EE. UU. indica
que el escape de dólares de México este año
es el más grande de América Latina, 38 mil millones
de dólares, más que Brasil. Desde 1994, 200 mil
millones de dólares han ido de México a bancos principalmente
en Estados Unidos, pero también a bancos en la Isla Cayman
y en Europa.
Hay economistas mexicanos que sugieren que, dada esa "dolarización"
de los ahorros, se abandone el peso y que México adopte
el dólar. Así se reconocería abiertamente
el control del Federal Reserve Board (el banco central de Estados
Unidos) y la subordinación del país a Washington
y al movimiento internacional de los capitales financieros.
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