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¿Trama Estados Unidos el asesinato del presidente Venezolano?
Por Bill Vann
17 Octubre 2003
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el autor
El presidente venezolano, Hugo Chávez, canceló
el viaje que había planeado para asistir al debate de apertura
de la Asamblea General de la Organización de las Naciones
Unidas. La cancelación del viaje, según Chávez
mismo, se debió a la posibilidad de atentado contra su
vida. Se rumora que agencias de espionaje de su gobierno le habían
advertido acerca de un complot respaldado por la CIA para sabotear
su avión mientras volaba de Caracas a la ciudad de Nueva
York. Además del presidente, otras personas también
expresaron temores de que terroristas anti gubernamentales se
encuentran participando en ejercicios militares dentro de Estados
Unidos mismo.
La prensa de Estados Unidos apenas ha reportado las inquietudes
del presidente venezolano acerca de su seguridad. Las pocas veces
que se refirió a ellas fueron, por lo general, para pintar
a Chávez como inestable o de paranoico.
Las inquietudes de Chávez, sin embargo, no son tan alocadas.
Aunque haya ganado dos elecciones populares consecutivas, sigue
gobernando gracias solamente al fracaso de un golpe de estado
que se llevó a cabo en abril, 2002; golpe que apenas se
molestó en ocultar que contaba con el respaldo del gobierno
de Bush. Los que encabezaron el golpe recibieron fondos de Estados
Unidos, inclusive dinero pagado a través de la burocracia
sindicalista de la AFL-CIO y su disfraz internacional, el Centro
Estadounidense para la Solidaridad Obrera Internacional.
El régimen militar de los empresarios que brevemente
se apoderaron del gobierno por dos días habían detenido
a Chávez incomunicado en una isla cerca de la costa venezolana
mientras decidían el destino del mismo. Washington acogió
el golpe pero luego se fue en retaguardia cuando las masas se
lanzaron a las calles de Caracas en oposición e hicieron
imposible que los militares gobernaran.
Luego de revelarse que los organizadores del complot se habían
repetidamente comunicado con un grupo de emigrados cubanos derechistas
y veteranos de la guerra "contra" en Nicaragua, respaldada
por la CIApersonas que tienen puestos claves en el Ministerio
de Relaciones Exteriores y el Pentágonoel gobierno
de Bush improbablemente sostuvo que estos individuos sólo
trataban de convencer a los empresarios y militares venezolanos
que no derrocaran al gobierno. Pero ninguno de ellos, sin embargo,
tomó la iniciativa para advertirle a Chávez del
golpe que se acercaba.
Desde el fracaso del golpe, Venezuela ha sido víctima
constante de una campaña inexorable para desestabilizarla
económica y políticamente, inclusive una huelga
en la industria del petróleo que duró 64 días.
Dicha huelga contó con el respaldo de los dirigentes de
la oposición en diciembre y enero en un esfuerzo para derribar
el gobierno.
Por otra parte, funcionarios de Estados Unidos repetidamente
han lanzado declaraciones críticas a Chávez. Según
Roger Noriega, funcionario principal del Ministerio de Relaciones
Exteriores de Estados Unidos en cuanto a asuntos latinoamericanos,
recientemente declaró lo siguiente: "Creo que varias
de las cosas que [Chávez] ha puesto en marcha en la economía
y en la política del país han arruinado a un país
relativamente rico". Pero Noriega no mencionó la huelga
petrolífera, la cual tácitamente gozó del
respaldo de Washington, ni tampoco se refirió a la decisión
de Washington en julio de parar todo crédito a Venezuela
por parte del Banco de Exportaciones/Importaciones de Estados
Unidos.
Al mismo tiempo, el gobierno de Bush le ha brindado todo apoyo
posible, pero no abiertamente, a la campaña de elementos
adversarios que quieren nuevas elecciones para destituir a Chávez.
En un obvio acto de intervención en los asuntos internos
de Venezuela, el mes pasado el embajador estadounidense, Charles
Shapiro, se presentó ante la comisión electoral,
que recientemente se había establecido, para ofrecer la
ayuda de Estados Unidos, inclusive la decisión de aceptar
o no la petición para la destitución que la oposición
había creado.
Shapiro no es nada extraño a las subversiones y asesinatos
auspiciados por la CIA. Su carrera como diplomática durante
la década de los 80 se basó en El salvador. Primero
sirvió como Oficial de Enlace en El Salvador para los servicios
del Ministerio de Relaciones Exteriores de Estados Unidos de 1983
a 1985. Luego, de 1985 a 1988, sirvió como Cónsul
Político en la embajada de Estados Unidos en San Salvador;
puesto que por lo regular se ha usado para encubrir las actividades
del jefe de la CIA en cualquier país.
Ese período tomó lugar durante el apogeo de la
guerra civil salvadoreña, en la cual los escuadrones de
la muerte, respaldados por los militares, cometieron enormes masacres
y asesinatos. Fue también el período cuando Estados
Unidos usaba a El Salvador como base de actividades para su guerra
ilícita en contra del país vecino de Nicaragua.
A fin de cuentas el panel venezolano decidió que la
oposición había obtenido la mayoría de las
firmas ilegalmente y fijó un nuevo horario para celebrar
el referendo sobre la destitución. Partidarios de Chávez
en el Movimiento de la Quinta República indicaron que ellos
también harán una petición para la destitución
de los gobernadores, alcaldes y diputados oposicionistas que buscan
deshacerse de Chávez. La fecha más temprana en que
el referendo puede tener lugar es el próximo febrero.
Durante las últimas semanas han sucedido varias explosiones
de bombas en Caracas, inclusive una bomba contra el cuartel militar
cerca de Miraflores y un ataque contra el consulado colombiano.
Y hace poco que terroristas lanzaron un dispositivo explosivo
a la sede de CONATEL, agencia gubernamental que rige el campo
de la telecomunicación, aparentemente como represalia por
el equipo ilegal que el gobierno le embargó a la cadena
de televisión, Globovisión, que la oposición
domina.
Por otra parte, el gobierno venezolano ha protestado el hecho
que fuerzas anti gubernamentales, inclusive las que participaron
directamente en el golpe de estado de abril, 2002, actualmente
se encuentran en suelo estadounidense, donde abiertamente se les
está enseñando tácticas terroristas.
El Wall Street Journal publicó un artículo en
enero que detalla las actividades en la Florida del capitán
Luis Eduardo García, uno de los primeros oficiales del
ejército venezolano que embistió el palacio presidencial
durante el golpe de abril, 2002. Como cabecilla de un grupo conocido
como la Junta Patriótica Venezolana, García ha forjado
una alianza "cívico-militar" con los Comandos
F-4, grupo anti castrista en exilio que ha cometido varios actos
terroristas contra Cuba.
Según el Wall Street Journal, "Ahora el Capitán
García informa que le está dando entrenamiento militar
a aproximadamente 50 miembros de los Comandos F-4, quienes cuentan
con la participación de 30 cubanos estadounidenses. (El
resto de los miembros es venezolano.) El entrenamiento toma lugar
en un campo de tiro al blanco en la región de Everglades.
Dice que nos estamos preparando para la guerra'".
Periódicos de la Florida, inclusive El Nuevo Herald,
han publicado informes similares acerca del campamento donde se
entrenan los terroristas.
El mismo Chávez ha protestado la existencia de ese campamento
durante una reunión con Shapiro el mes pasado. En un discurso
que pronunciara en septiembre, criticó la hipocresía
del gobierno de Bush en cuanto a la presunta guerra contra el
terrorismo. El presidente venezolano se expresó de la siguiente
manera: "
Shapiro respondió que el entrenamiento de terroristas
en suelo estadounidense no era "necesariamente ningún
delito". Afirmó que el gobierno de Estados Unidos
se encuentra "en proceso de adquirir toda la información
posible y ha de seguir todas las pautas establecidas por el proceso
legal".
Pero al mismo tiempo que el gobierno de Estados Unidos protege
a terroristas en la Florida, comienza una siniestra campaña
para pintar a Venezuela como santuario para terroristas. Esta
propaganda resultó en la publicación de un artículo
en la revista US News and World Report [Noticias de Estados Unidos
e Informe Mundial] bajo el titular, "El terror cerca de Estados
Unidos".
El artículo consiste casi totalmente de acusaciones
sin fondo; las únicas fuentes, que no se nombran, provienen
del gobierno y de agencias de espionaje de Estados Unidos. Sostiene
que "Chávez esta coqueteando con el terrorismo, lo
cual alarma a Washington cada vez más".
Estas acusaciones sensacionalistas se basan en el hecho que
Venezuela cuenta con una gran colonia árabe y cientos de
miles de refugiados colombianos. Y si el gobierno venezolano ofrece
cédulas de identificación a estos inmigrantesquienes,
insinúa el artículo, de alguna manera están
vinculados a grupos terroristas debido a su nacionalidadentonces
el gobierno se apoya el terrorismo.
El artículo declara que "Se multiplican los vínculos
sospechosos entre Venezuela y el radicalismo islámico.
Como evidencia presenta el caso de un venezolano de descendencia
árabe que fue deportado de los Estados Unidos en marzo,
2002. Cuando Estados Unidos trató de ubicar al individuo
para interrogarle de nuevo, "funcionarios del gobierno venezolano
indicaron que no se encontraba en el país". Pero el
artículo no explica para nada por qué el hecho que
Venezuela no haya encontrado a esta persona causa mayor sospecha
que la decisión de las autoridades estadounidenses de haberlo
puesto en libertad antes de terminar de interrogarlo.
El artículo concluye con lo siguiente: "dado todo
lo que sucede en la Venezuela de Chávez, varios funcionarios
estadounidenses lamentan que al terrorismo se le considere principalmente
como problema del Oriente Medio y que Estados Unidos no cuida
el flanco al sur. Lo cual es casi una exhortación a Washington
para que se aproveche del "terrorismo" como pretexto
para lanzar otra guerra rapaz, esta vez en Latinoamérica.
La retórica populista de Chávez y la aguda crítica
al gobierno de Bush pertinente a la guerra contra Irak lanzada
sin provocación algunase han ganado la enemistad
de Washington y fortalecido sus vínculos a la Cuba de Castro.
Pero a fin de cuentas, las razones por la sostenida campaña
de Estados Unidos contra su gobierno son las mismas en que se
basa la guerra contra Irak. Después de todo, Venezuela
es el quinto país de mayor exportación de petróleo
en el mundo, y la clase gobernante de Estados Unidos está
determinada a establecer su hegemonía indisputable sobre
los recursos energéticos que existen no solamente en Venezuela,
sino también en el país vecino de Colombia.
Pero a Washington no sólo lo inquietan las reservas
petrolíferas de Venezuela, sino también el comportamiento
del gobierno de Chávez en los mercados petrolíferos
mundiales. Venezuela ha abogado por aumentar el precio del petróleo
y recientemente provocó la hostilidad del gobierno de Estados
Unidos al oponerse a la participación de la delegación
del Consejo Gobernante de Irak, controlado por Estados Unidos,
en una de las reuniones de la Organización de Países
Exportadores de Petróleo (OPEP). También han habido
indicios que el gobierno de Estados Unidos se ha opuesto a otras
acciones del gobierno venezolano, entre ellas pactos con otros
países latinoamericanos para intercambiar petróleo
por otros productos, y el uso del euro [moneda europea] en vez
de dólares para cumplir ciertos intercambios comerciales.
Al poner en tela de juicio la veracidad de las inquietudes
de Chávez ante la posibilidad de un atentado contra su
vida, hay que tomar en cuenta el comportamiento de Washington
en el plano internacional. Hace un año, cuando Washington
se embarcaba hacia la guerra contra Irak, un vocero de la Casa
Blanca de Bush declaró que el problema de Irak podía
resolverse con "una sola bala". El gobierno públicamente
ha anulado todas las restricciones contra asesinatos por parte
de la CIA y de hecho ha llevado a cabo semejante acciones en Yemen
y Afganistán, sosteniendo que a esos individuos se "les
sospechaba de ser terroristas".
En Irak, luego de invadir y ocupar ilegalmente a ese país,
el gobierno de Bush repetidamente ha abogado por el asesinato
del presidente derrocado, Saddam Hussein. El julio pasado, asesinó
a sus dos hijos y luego difundió imágenes espantosas
de sus cadáveres.
Por otra parte, el gobierno ha respaldado la política
de Israel en llevar a cabo "ciertos asesinatos" contra
militantes y dirigentes palestinos, y recientemente vetó
una resolución en condena del régimen de Sharon,
quien amenazó en público con asesinar al presidente
de la Autoridad Palestina, Yasser Arafat.
No hay razón para dudar que ciertos elementos del gobierno
de Bush ya han fabricado planes para realizar un "cambio
de régimen" en Venezuela a través de un atentado
contra Chávez. En Irak como en todos los demás países,
el gobierno de Estados Unidos ha mostrado, con más pruebas
de lo necesario, que está preparado a recurrir a los métodos
más criminales para alcanzar sus fines.
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