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Colombia: Huelgas y protestas desafían al gobierno
Por Bill Van Auken
30 Agosto 2013
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Manifestaciones y bloqueos de carreteras fueron realizados por
decenas de miles de trabajadores y campesinos colombianos en una
huelga el 19 de Agosto contra el gobierno respaldado por EE.UU.
del presidente Juan Manuel Santos.
Si bien el principal impulso para las huelgas y las protestas
provino de los pequeños cultivadores de café y otros
campesinos, el movimiento huelguístico incluyó medidas
realizadas por conductores de camiones, mineros, trabajadores
de la salud y profesores. Los estudiantes preparan llevar protestas
nacionales la próxima semana.
Se reportó que docenas de personas fueron arrestadas
y por lo menos seis fueron heridas por la realización de
la amenaza del gobierno de Santos de permanecer "implacable"
frente al levantamiento popular. El gobierno mobilizó unos
20,000 policías nacionales militarizados por todo el país,
equipándolos con 13 aviones para que puedan moverse rápidamente
a los centros de protesta y desplegó vehículos blindados
y otras armas de guerra.
Se reportaron mobilizaciones masivas en, por lo menos, 23 distintas
municipalidades por todos los 12 departamentos y hubieron reportes
de tantas como 16 carreteras bloqueadas por protestas de camioneros
y campesinos, en algunos casos con troncos de árboles y
llantas en fuego y en otros con llantas de trailers aplanadas.
En la provincia noroccidental de Antioquía, mineros en
huelga bloquearon la carretera e izaron una bandera que decía
"los mineros no son criminales".
En vísperas de la huelga, Santos declaró que
él no "se sentaría y negociaría algo
en medio de la huelga". Su gobierno anunció planes
para una masiva represión y para penalidades draconianas
contra cualquiera que bloqueara las carreteras. Aseguró
que haría cumplir una ley que castiga con cuatro años
de cárcel y enormes multas para aquellos que cometan ese
delito.
"Tenemos que defender el derecho de todos los colombianos;
por supuesto que defendemos la protesta social, pero hay derechos
fundamentales como la mobilidad, la salud, la educación
que deben ser preservados", declaró el Lunes el Ministro
del Interior Fernando Carrillo.
Las referencias a la salud y a la educación fueron vistas
como amenazas poco disimuladas contra los profesores y los trabajadores
hospitalarios que participan en las huelgas. Los trabajadores
de la salud se encuentran luchando contra la iniciativa de una
denominada reforma de salud del gobierno de Santos que tiene como
objetivo privatizar las instalaciones médicas del país
y volver a sus actuales trabajadores en trabajadores temporales.
En algunos hospitales de Bogotá, los trabajadores bloquearon
todas las entradas excepto las de emergencia. Los recortes al
financiamiento han empujado unos 500 hospitales públicos
al borde de la bancarrota.
Días antes de la acción de huelga, el ministro
de trabajo de Colombia advirtió a todos los trabajadores
hospitalarios que podrían confrontar represalias legales
por poner en peligro la salud pública.
Los funcionarios gubernamentales han intentato intimidar a
los manifestantes alegando que actúan a favor de las guerrillas
de las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia), llegando
a referirse a los campesinos y trabajadores como "tontos
útiles".
Los mineros han estado manteniendo protestas por todo el país
durante las últimas tres semanas en contra de las políticas
del gobierno de Santos, las cuales tienen como objetivo hacer
desaparecer la minería de pequeña escala y despejar
las áreas para la sistemática explotación
por parte de grandes corporaciones mineras. El gobierno también
ha puesto en la mira al denominado sector de la minería
artesanal debido a que opera en algunas de las áreas bajo
la protección del movimiento guerrillero de las FARC, el
cual se ha aprovechado de éste como medio de financiamiento
junto con la producción de coca. Santos recientemente otorgó
a las fuerzas de seguridad el poder de apoderarse de la maquinaria
de las operaciones de minería informal.
Los cultivadores de café y otros campesinos exigen que
el gobierno otorgue más apoyo para la agricultura de pequeña
escala, incluyendo el subvencionar tanto los costos de suministros
y los precios y que aparte las áreas para la agricultura
campesina para así protejerlas de la usurpación
de los agronegocios. Los campesinos ven la búsqueda del
gobierno de Santos de concluir tratados de libre comercio una
amenaza cada vez más grande a su futuro. Colombia tiene
una de las tasas más severas de pobreza rural en Sudamérica.
La población rural exige una asistencia gubernamental mayor,
particularmente con la provisión de poder eléctrico,
agua potable e instalaciones de desagüe.
El día de acción nacional del Lunes, una de las
protestas más grandes en años recientes, ocurre
mientras Colombia se prepara para las elecciones presidenciales
y parlamentarias del próximo año; Santos se encuentra
completando el último año de su presidencia. Elementos
políticos que declaran su apoyo por la huelga van desde
el Polo Democrático Alternativo o PDA, cuya principal figura
es Antonio Navarro Wolff, el ex líder del movimiento guerrillero
M-19, el cual depuso las armas y se volvió en un partido
político burgués al final de los ochenta, al Centro
Democrático de Colombia del ex presidente de derecha y
el antiguo patrón de Santos, Álvaro Uribe.
El ex presidente se ha opuesto amargadamente a Santos, quién
sirvió como su ministro de defensa, por sus negociaciones
de paz con las guerrillas de las FARC así también
como por la nominación de ex oponentes políticos
al gobierno y el enjuiciamiento de ex ayudantes de Uribe por crímenes
que van desde malversación a intercepciones telefónicas
ilegales y otras conspiraciones.
Las negociaciones entre el gobierno de Santos y las FARC no
han logrado mucho progreso después de una docena de sesiones
en Havana, Cuba. Hasta ahora los dos lados tan sólo han
acordado en una promesa de reforma agraria. Mientras tanto, el
gobierno ha insistido que continuará ejerciendo operaciones
militares cuyo objetivo es aplastar a la fuerza guerrillera hasta
que un completo acuerdo sea concluido. El gobierno afirmó
el Lunes haber dado un "golpe estratégico" a
las FARC en el suroeste del país con una emboscada que
cobró la vida de dos comandantes guerrilleros.
Durante el último medio siglo, la guerra civil del país
ha cobrado un cuarto de millones de víctimas, siendo la
gran parte de las masacres producto de las fuerzas de seguridad
y escuadrones paramilitares de la muerte.
Recientes encuestas han mostrado la popularidad de Santos caer
del 70 por ciento que registraba hace dos años al 50 por
ciento de hoy. Es más, un 60 por ciento completo de aquellos
encuestados declaró que no quiere volver a ver al presidente
derechista reelegido. La caída en las tasas de aprobación
de Santos le ha seguido al declive de la economía del país,
el cual ha sufrido una contracción en la tasa de producción
y crecimiento en recientes meses. Colombia sigue siendo el país
más socialmente desigual de Latino América.
Las protestas del Lunes vinieron una semana después
de que el secretario de EE.UU. John Kerry hiciera de Colombia
su primera parada en su primer viaje por Latino América.
Él expresó su apoyo por Santos y sus negociaciones
con las FARC. Washington ha contado por años con Colombia
como su aliado más estrecho en la región, otorgándole
unos $8.7 mil millones que en mayor parte van como ayuda militar
al país desde que se iniciara en 1999 una iniciativa de
EE.UU. conocida como Plan Colombia.
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